Distante amor
No son mis manos, no.
Las que arañan las esquinas del puerto.
No son mis pasos, no.
Los que sigues son otros.
No son mis ojos, no.
Los que brillan en tu corazón cristalino.
Y yo quedo, ¿dónde quedo?
No son mis manos, no.
Las que arañan las esquinas del puerto.
No son mis pasos, no.
Los que sigues son otros.
No son mis ojos, no.
Los que brillan en tu corazón cristalino.
Y yo quedo, ¿dónde quedo?
Comentarios
Publicar un comentario