Lo bonito de preguntar
¿Cómo se descubrió la electricidad? ¿Quién encontró la primera amatista?
¿Qué es un protón?
Cuando me asaltan este tipo de preguntas, tengo ganas de volver al colegio. Ahora si haces una de esas preguntas a otros adultos te remiten a Google, pero cuando eres niño te ayudan a buscar la respuesta o se inventan una llena de magia y muchas muchas historias que después son realmente graciosas.
Pero lo bonito es que si te haces preguntas como estás nunca dejarás de asombrarte, de tener curiosidad, de crecer.
Lo bueno de ser niño siendo adulto tal vez sea, pasar por un poste de la luz, y pensar: “que grande es esto, pues sí que es peligroso, ¿quién era el que descubrió la electricidad? Pues sí que es necesario que todos sepamos un poco de todo, y que nos hacemos falta, somos necesarios todos, ¿se caerá esto?”

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