Redacción_ El huracán de Oklahoma: yo estaba allí
Hay momentos en la vida que te marcan para siempre, son heridas en el alma, lágrimas en el cielo. Esos que normalmente cicatrizan pero que de pronto se abren; hacen que dejes de ser tú aunque tengas el mismo nombre, el mismo cuerpo pero detenido en aquel instante. Te consume como un fuego arrasa un bosque, solo quedan cenizas, pedazos de lo que pudo haber sido. No puedes anularlo, borrarlo o evitarlo, siempre recuerdas esas risas, esas miradas que decían todo, cuando no hacía falta palabras, ... Vivo en el presente soñando con el pasado, intentando hacer como si nada hubiera ocurrido. Porque daría todo por no haber estado allí, daría cualquier cosa por ser tú, por que el huracán de Oklahoma no hubiese existido. Porque el huracán se fue con mi vida y mi esperanza, envió mis sueños kilómetros bajo tierra. Y recuerdo que estaba acurrucada en el sótano, oyendo aquel grito que perforo mi garga...